jueves, octubre 27

GOLES

El balón describió una parábola perfecta y se coló por toda la escuadra, haciendo inútil la estirada del portero.

- ¡GOOOOOOL!- gritaron en una sola voz los cien mil espectadores que abarrotaban el estadio.

La victoria era un hecho; Raúl “Baloncito Pum” García, había logrado otra gesta y llevado a su equipo a coronarse como campeones. Era un héroe y aceptaba su papel. Nunca le temblaban las piernas ante la responsabilidad de tirar un penalti o arengar al resto del equipo.

Marcial, era el eterno suplente. Ya no iba ni convocado; Lo que la naturaleza le había negado en habilidad, le llamaban “Piernas torcidas” se lo regaló en belleza. En otro equipo con otro compañero que no fuera Raúl, podría ser la estrella, pero allí, era el hazmerreír de todos.

Por eso, trazó su venganza con paciencia, sin prisas. Sabía que Raúl estaba casado; también conocía la famosa soledad de la mujer del futbolista. Fue fácil hacerse el encontradizo. Unas palabras, algún café...Raúl se concentraba día si y día también y Marcial tenía el camino libre. Ahora, reía con ironía cuando la estrella presentaba a su hijo, cuando era Marcial el padre.

- Tu marido ha ganado él solito el partido- Marcial jugaba con la nata sobre el cuerpo de Natalia.
- En fin, esperemos que las celebraciones le hagan estar ocupado. Mañana he reservado habitación en Ávila. Para él estaré relajándome. Ahora dame placer.

Y Marcial, otra noche, coló un nuevo gol a Raúl.

PRIMERA PÁGINA

Una buena amiga (pasaros por www.editorialcelya.com/blogs.asp), me dá un consejo:

" De la primera página, depende del éxito o el fracaso de un libro". Pues eso, una frase corta pero llena de verdad.

Empezaré por la segunda, por si acaso.

miércoles, octubre 26

NOCHE DE MONSTRUOS

“Los monstruos ya no son lo que eran”, pensaba el Hombre del Saco, escondido tras una roca, esperando que Timmy, el pequeño de seis años, que llevaba días atemorizándolo. Cada noche, al llegar la hora de dormir, el niño cerraba los ojos soñando como acabar a aquellos extraños.

Algunas ramas se agitaron a su espalda; Asustado, preguntó en voz baja:

- ¿Quién va?- susurró de manera inaudible..
- Soy yo...La Malvada Bruja de los cuentos.

Respiraron aliviados; No era uno de esos renacuajos resabidos, que intentaban acabar con ellos. Hacía mucho tiempo que no hablaban; Los hijos, compromisos...

- ¿Cómo te va todo?- preguntó Jack, que así se llamaba el hombre del saco.
- Mal; Tengo un contrato de cuatro horas; Dicen que los niños no se asustan como antes.
- Internet, la culpa es de la maldita red. ¿Cómo van a asustarse si pueden ver cualquier horror en su ordenador?
- Y las noticias...A mis hijos no les permito verlas bajo ningún concepto.
- Nos hemos hecho viejos...Cómo hecho de menos los viejos tiempos, cuando nuestra sola mención hacía temblar a pequeños y mayores.
- El mes que viene lo dejo; He encontrado un trabajo de teleoperadora.
- Yo lo estoy pensando.
- ¡Cuidado! ¡Ahí viene!

Timmy, movía su pequeña cabeza, buscando a sus víctimas. En aquel mundo de pesadillas, él era el dueño y señor. “Una bomba, hoy los mataré con una bomba” pensó, y al instante, en sus manos apareció una granada.

Iba a ser una noche muy dura para los monstruos de nuestras pesadillas.

lunes, octubre 24

QUÉ GRANDE ES ESO DEL AMOR

♪ Qué Grande es esto del amor...♪; La canción sonaba y sonaba, repitiendo sin cesar el estribillo.

- Nos queremos y eso es lo importante, ¿no?- el marido, le atusaba el pelo con una mano, mientras con la otra sujetaba el volante de su viejo y abollado automóvil.

Un pinchazo inoportuno, le obligó para en la cuneta. La carretera no era mala, pero allí, rodeado de árboles y en total oscuridad, sintió algún reparo en bajar. Además, la niebla y la intensa lluvia no hacían agradable estar en el exterior.

- Ya sé que no quieres quedarte sola, pero tengo que cambiar la rueda. Si me necesitas, toca el claxon, mi vida. Niños, comportaros- dijo mirando los asientos traseros.

No era normal que la patrulla pasara por allí, pero Tom, se desvió en la interestatal, después de recibir un aviso de la centra: Un camionero avisaba que un coche parecía tener problemas en la Siete. “Voy para allá” respondió sin ningún entusiasmo. Era el final de su turno y aquello le retrasaría.

Las luces de emergencia le indicaron a Tom donde se encontraba el vehículo. Una silueta se hacía visible en la parte derecha, sentado en el arcén.

- ¿Algún problema? – preguntó Tom al desconocido.
- La rueda; Parece pinchada- respondió el hombre empapado.
- Le ayudaré a cambiarla.
- No se preocupe, no hace falta que se moleste.
- No es molestia – dijo mientras pensaba por qué demonios había dicho eso; Estaba deseando llegar a casa- Iré a por la rueda de repuesto.
- No..

El policía ya había abierto el capot, dejando a la vista un enorme bulto.

- ¿ Qué es...?- se preguntó apartando la sábana- ¡Dios mío es una...!

Un fuerte golpe en la cabeza es lo último que sintió Tom, antes de caer inconsciente.

“Problemas, siempre problemas” pensó el desconocido mientras arrastraba el cuerpo del policía hasta los asientos traseros. Allí, un plástico impedía que la tapicería se salpicara de sangre. Mas tarde, el cuerpo, descansaba junto al otro bulto en la parte trasera.

Después, cambió la rueda y siguió su camino. El coche patrulla, lo introdujo en un pequeño camino de tierra, impracticable por el barro y el agua. La suerte le acompañaba y ningún otro vehículo pasó por la zona y la niebla le permitía trabajar tranquilo.

Arrancó el coche y siguió su marcha; Encendió de nuevo la música y encendió un cigarrillo. Hacía años que no lo hacía; Su mujer se lo prohibió.

- Bien, todo arreglado- dijo satisfecho- ¿Qué os parece vuestro nuevo amigo?

La cabeza de sus hijos y las del infortunado policía, cortadas de un tajo, rodaban de un lado a otro con cada curva. Su mujer, atada de pies y manos en el lado del copiloto, hubiera gritado al contemplar aquel horror, pero su lengua colgaba ahora como un ambientador de coche.

- ¿Veis como no es tan difícil llevarse bien?; ¿A que venía eso de que querías abandonarme?. Si te portas bien, prometo quitar la lengua de tu vista...¿Y si te arranco los ojos y así no hace falta que la quite?. Luego lo pensamos, mi vida.

♪ Qué Grande es esto del amor...♪...canturreaba el hombre, atusando el pelo a su esposa.

Foros web gratis
Licencia de Creative Commons
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons. BlogESfera Directorio de Blogs Hispanos - Agrega tu Blog Add to Technorati Favorites